Desde el domingo, las fuerzas del orden tomaron el control total de cuatro distritos de Chalatenango Sur con el objetivo de desarticular lo poco que ha quedado de una estructura de la pandilla 18, cuyos integrantes están vinculados a dos asesinatos.
En respuesta a estos crímenes, el presidente de la República, Nayib Bukele, ordenó que 5,000 soldados y 1,000 policías cercaran las entradas y salidas de los siguientes distritos: San José Cancasque, San Antonio Los Ranchos, Potonico y San Isidro Labrador para salvaguardar la vida de todos los pobladores y para dar con el paradero de más criminales.
Por medio de sus redes sociales el mandatario expresó: «Hace unos días, hubo dos homicidios en la zona norte de nuestro país. Ya capturamos a los dos culpables, miembros de la pandilla 18 Sureños».
Además, advirtió a los criminales: «No nos vamos a detener hasta erradicar lo poco que aún queda de las pandillas». Las indicaciones del presidente Bukele fueron atendidas de inmediato por el ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy.
«Limpiaremos por completo la zona, vamos a extraer hasta el último remanente de pandillas», aseguró el jefe castrense.
Es así como en menos de 24 horas de haberse instalado el cerco militar, las autoridades han arrestado a ocho delincuentes, de los cuales, dos están vinculados de forma directa con los homicidios. Los sospechosos fueron identificados como Emmanuel Bartolo Quintanilla, alias Pantera; y José Elías Ramírez, alias El Humilde.
El director de la Policía, comisionado Mauricio Arriaza Chicas, aseguró que existen pruebas suficientes que relacionan a los imputados en estos crímenes.
Las investigaciones policiales han revelado que estos sujetos son homeboys de la pandilla 18 Sureños, un remanente que se mantuvo escondido de la operatividad policial, pero que hoy ya fueron arrestados.
Los asesinatos por los cuales son señalados estos delincuentes se registraron en el cantón Guarjila, del distrito de Chalatenango, el lunes 18 y el viernes 22 de marzo en San Antonio Los Ranchos; las víctimas fueron atacadas con escopetas, mismas que fueron decomisadas a los criminales.
CRIMINALES DIERON SEGUIMIENTO A LAS VÍCTIMAS
La Policía ha establecido que los delincuentes dieron seguimientos similares a las víctimas cuando en vehículos se dirigían a departir a fiestas; al llegar a zonas desoladas les atravesaron troncos, piedras y hasta vehículos para que detuvieran la marcha y poder dispararles.
Se trata de hechos criminales que fueron planificados por la estructura de la pandilla.
El cerco de seguridad incluye controles vehiculares en los que se corrobora que criminales no intenten dejar la zona por esta vía, además, registros para detectar si existe traslado de armas de fuego, droga u otros ilícitos.
Las fuerzas del orden también verifican la legalidad de quienes habitan en viviendas de comunidades para asegurarse que no sean usurpadas por delincuentes.
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