La vigencia de la medida constitucional del régimen de excepción fue extendida por 30 días más, por los diputados de la Asamblea Legislativa, con la finalidad de continuar el combate contra las pandillas, organizaciones con las que ARENA y FMLN negociaron en el pasado.
Con 67 votos a favor (de Nuevas Ideas, GANA, PCN y PDC) y nueve votos en contra (ARENA, FMLN, VAMOS y Nuestro Tiempo) el pleno legislativo acordó prorrogar la medida por vigésima tercera ocasión.
Los diputados del grupo parlamentario de Nuevas Ideas coincidieron en que el régimen de excepción debe continuar debido a que, los datos de la PNC indican que aún hay 10,000 miembros y colaboradores de las pandillas que no han sido capturados.
Asimismo, los legisladores cian coincidieron en que las medidas de seguridad impulsadas por el Ejecutivo son las que han permitido «que los salvadoreños vivan en paz». También argumentaron que otro de los motivos para mantener el régimen de excepción es porque la diáspora ha confiado en las decisiones que ha tomado el grupo parlamentario de Nuevas Ideas para garantizar la seguridad pública.
Desde el 27 marzo de 2022 -cuando se implementó el régimen de excepción por primera vez- hasta la fecha, la Policía Nacional Civil (PNC) ha reportado la captura de más de 75,000 miembros de pandillas.
Dicha medida constitucional junto con el Plan Control Territorial (PCT) -vigente desde junio de 2019- son parte de las políticas de seguridad implementadas por el presidente de la república, Nayib Bukele. Ambas acciones son respaldadas por la población porque han generado el bienestar en todos los sectores, señalan las encuestas nacionales e internacionales.
Los empresarios del transporte público de pasajeros -por ejemplo- han confirmado que ya no son víctimas del delito de extorsión por parte de las pandillas gracias a las medidas de seguridad.
Por otra parte, el éxito del estado de excepción también ha generado un impacto positivo en el exterior, ya que El Salvador pasó de ser el país más violento del mundo al país más seguro de América, según ha confirmado el mandatario salvadoreño.
De hecho, dirigentes políticos de la región han planteado imitar la política de seguridad del Gobierno salvadoreño para terminar en sus países con las pandillas y el crimen organizado que son los responsables -como en Costa Rica- de la ola de violencia.
Según datos de la PNC, El Salvador llegó a tener una tasa de 106 homicidios por cada 100,000 habitantes en el año 2015 -en el Gobierno del efemelenista Salvador Sánchez Cerén- y actualmente es del 2.4.
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Redacción El Pueblo