El próximo 1° de junio se cumplen cinco años de la actual gestión del presidente Nayib Bukele, la cual ha dejado una huella imborrable en la historia de El Salvador al priorizar la vida de todos los salvadoreños y garantizar que haya seguridad y tranquilidad en colonias y comunidades que por décadas estuvieron bajo control de las pandillas, pero que hoy gozan de total libertad gracias a los planes de seguridad.
Uno de los distritos priorizados por el Gobierno es Soyapango, ubicado en el municipio de San Salvador Este, donde se estima existen 300 colonias habitadas por un aproximado de 251,403 ciudadanos, según el censo poblacional efectuado por la Dirección General de Estadística y Censos (Digestyc) en 2007.
El trabajo desarrollado en el reparto La Campanera es un claro ejemplo de desarrollo, pues la seguridad dinamizó la actividad comercial y la economía de las familias luego que los pandilleros que asediaban en lugar fueran encarcelados por las fuerzas del orden. Actualmente, la Dirección de Integración junto a otras instituciones gubernamentales trabajan para implementar proyectos de beneficio para la población. Atrás quedaron los días en que La Campanera era una colonia donde no se podía ingresar.
Desde que la Policía y el Ejército tomaron control total, cesaron los homicidios y las extorsiones, tal como ha ocurrido en el resto del país. Los comerciantes trabajan en paz, y ya no hay temor de taxistas ni de repartidores de productos para tiendas o de entrega a domicilio que ingresan sin complicaciones.
Fuentes oficiales indicaron que más de 1,300 criminales, entre colaboradores y cabecillas de diferentes pandillas, han sido capturados en Soyapango, liberando más colonias como Las Margaritas, Monte Blanco, El Pepeto, la Comunidad 22 de Abril, de la presencia de grupos terroristas.
En San Salvador, hubo intervenciones en las comunidades La Granjita y la Tutunichapa donde la venta de droga al menudeo se había convertido para las pandillas en una forma de obtener ingresos para financiar su accionar criminal hacia otros sectores de la capital.
En el distrito de Apopa, municipio de San Salvador Oeste, policías y soldados verificaron casa por casa en las colonias Popotlán y Valle Verde que no hubiese mareros usurpando los inmuebles.
CRIMINALES FUERON CERCADOS Y CAPTURADOS
Para complementar las acciones de seguridad, el presidente Bukele ordenó que fueran instalados un total de ocho cercos militares para cortar de raíz la operatividad de la Mara Salvatrucha, la pandilla 18, la Mao Mao y otros grupos terroristas en zonas focalizadas.
Los distritos intervenidos son: Comasagua, situado en el municipio de La Libertad Sur; Soyapango, en San Salvador Este; las comunidades Tutunichapa I y La Granjita en San Salvador Centro. Mientras, en el municipio de San Salvador Oeste, las colonias Popotlán y Valle Verde, de Apopa.
También fue activado un cerco en Cabañas y otro en Nueva Concepción, ubicado en Chalatenango Centro; y recientemente en cuatro distritos de Chalatenango Sur: Potonico, San Isidro Labrador, San José Cancasque y San Antonio Los Ranchos.
En total han sido desplegados para tareas de seguridad en los cercos, más de 33,000 soldados y 4,230 policías.
«Cercar delincuentes nos permite hacer procesos de extracción sin que puedan huir a otros lugares como montañas y comunidades; prácticamente tienen que quedarse adentro esperando que vayamos por ellos», expuso el gobernante durante el lanzamiento de la Fase 5 del Plan Control Territorial denominada Extracción.
Estas acciones también permitieron sacar de las comunidades a remanentes de las pandillas que pretenden reorganizarse. La mayoría de los criminales permanecen encarcelados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de donde las autoridades planean que jamás salgan.
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